jueves, 3 de julio de 2014

4 días en Luang Prabang

Un monje por las calle de Luang Prabang
Un monje por las calles de Luang Prabang
Luang Prabang es una ciudad encantadora ubicada en el norte de Laos, entre los ríos Mekong y Nam Kham. Un lugar mágico donde se mezcla la cultura asiática con la herencia francesa, el budismo, un régimen comunista y grupos de turistas que vienen de todas partes del mundo.


Detalle de calle Sisavangvong
Detalle de calle Sisavangvong
A nuestra llegada nos encontramos con una ciudad anclada en el pasado, sin edificios en altura y con una gran cantidad de gente en sus calles. Ya estaba oscureciendo y para llegar hasta nuestro hotel tuvimos que atravesar un hermoso Mercado Nocturno de Artesanía, donde los vendedores ofrecían ropa, pinturas, café y de cuanto uno pudiese imaginar, con los más variados diseños y colores.

Monjes de Luang Prabang
Monjes de Luang Prabang

Mercado de Abastos de Luang PrabangNuestro segundo día en Luang Prabang nos despertamos a las 4 de la mañana para asistir a la ronda limosnera de monjes. Una tradición en que los habitantes ofrendan comida a cientos de monjes que desfilan a paso rápido por las calles de la ciudad. Luego partimos rumbo al Mercado de Abastos. Ahí nos encontramos con una feria donde había puestos de frutas y verduras, carne y comida preparada. Continuamos bordeando la rivera del Mekong y llegamos hasta el templo más importante de la ciudad: el Wat Xieng Thong. Ahí visitamos varios altares con figuras de Buda, un hermoso mosaico con el árbol de la vida y una capilla funeraria decorada con figuras del Ramayana.

Calle Phommatha
Monte Phu Si visto desde Calle Phommatha

A mitad de jornada nos detuvimos en un café de estilo francés, llamado Le Banneton. Luego continuamos el recorrido hasta el monte Phu Si, un pequeño cerro ubicado en pleno corazón de Luang Prabang. Desde la cima pudimos disfrutar de una hermosa vista a la ciudad  y al descender nos encontramos con varias figuras de Buda dispuestas entre los árboles y jardines. Por la tarde visitamos el Museo del Palacio Real y luego volvimos a la orilla del Mekong para disfrutar de una pizza, una cerveza Laos y una de las más hermosas puestas de sol de que he visto en mi vida.

Cuevas de Pak Ou
Cuevas de Pak Ou
El tercer día recorrimos la rivera del Nam Kham y visitamos el Wat Aphay y el Wat Wisunarat. Por la tarde arrendamos una camioneta y fuimos hasta las impresionantes cuevas de Pak Ou, unos enormes forados de piedra junto al río Mekong, utilizados como altares religiosos, con gran cantidad de figuras de Buda que le dan un aspecto surrealista.
Tuk tuk por calle Sisavangvong
Tuk tuk por calle Sisavangvong
Luang Prabang El cuarto día tomamos desayuno en un puesto callejero y luego nos sentamos en un café a ver la gente pasar. Uno podría quedarse toda la vida en la mesa de un café, leyendo, escribiendo y disfrutando de la vista. Era como estar en el escenario de una película: casas antiguas, palmeras, banderas comunistas y monjes transitando por las veredas. Luang Prabang irradia magia y misticismo por todos lados. Si viajas al Sureste Asiático y quieres conectarte con la cultura oriental, no puedes dejar de visitar esta ciudad.


Crónica en Apuntes y Viajes: 4 días en Luang Prabang

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