jueves, 3 de septiembre de 2015

Mi experiencia con el acelerado cambio de la fotografía


La evolución tecnológica de las herramientas para capturar, publicar y distribuir fotografías ha sido rápida en muy poco tiempo. En 1997 mis primeras fotos las hice con una cámara Samsung con rollo fotográfico y funciones automáticas. En 1998 mi padre me regalo una cámara Yashica, una joya japonesa donde apliqué mis primeros aprendizajes sobre asas, diafragmas y aperturas que anoté en las clases de Periodismo. De ahí en adelante no dejé de hacer fotos en mis paseos por Valparaíso o a lo largo de Chile.



Como en aquel tiempo el recurso era escaso, mi inversión la concentraba en la compra de cargas en blanco y negro y revelado de negativos. Ampliar esas fotografías era un lujo que no podía darme.

Así acumulé decenas de tiras de negativos. En el intertanto aparecieron las primeras cámaras digitales. Un poco a regañadientes, comencé a probar estas nuevas máquinas, sobretodo para el registro de situaciones vinculadas al ámbito laboral.

Así llegó el 2007 y todo cambió. Mi mejor amigo falleció, aparecieron ratones en mi casa del cerro Cárcel y un par de ladrones entraron en el día del padre y se llevaron  todo lo que pudieron. Salvo mi viejo computador. Entre los objetos robados estaba mi cámara Yashica. De esta manera di el salto hacia las cámaras digitales. Por suerte, el vendedor de la tienda me persuadió de comprar una Canon automática, más amable que la versión de la Kodak para jugar con el enfoque y la adaptación a la luz.

En paralelo descubrí una de las primeras redes sociales pensadas para la publicación y difusión de imágenes: Flickr.

De pronto, tomar fotografías se volvió una actividad mucho más simple y económica: sin rollos, sin revelados, sin ampliaciones. Sólo había que salir a tomar fotos por las calles y luego subirlas a mi cuenta de Flickr. Así comenzó la historia de Miradas Compartidas (Hoy Apuntes y Viajes), una galería de fotos en línea donde tengo más de 10.000 imágenes, 500 seguidores y 1.000.000 de visitas a la fecha.

Hernán Castro Dávila
18 de enero del 2015
Valparaíso, Chile